Yo con mi otro yo, aunque seamos distintos nos une un mismo sentir, tan oculto, tan rebelde, que amenaza con cambiarnos de posición y yo estaría en los ojos de mi otro yo y el no seria mi otro, sino un yo. Entraría en mi ciclo de distancia y cercanía para saber si mi otro yo es tan mio como para confiar en que este camino lo debemos transitar unidos los dos.
Yo con mi otro yo, me ignora, me patea, me dice cosas hirientes, pero no suelta el vinculo. somos tan distintos pero a la vez tan participes de la construcción del yo, que uno sin el otro seria un contrario y no algo unido... me alegro de que sea así por que en la unión esta la fuerza y en la fuerza el movimiento que provoca el cambio, con mi otro yo, contigo... hasta la victoria siempre.
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