Al no tener armas para enfrentarme alzo mis manos al aire en señal de ese desarme y dejo que pasen libres por donde yo habito. Un suicidio me dicen algunos... una equivocación me dicen otros... una estrategia les digo yo. Al dejar que no sean mis palabras sino mis acciones las que hablen.
La entrega de un rojo corazón, privilegia la unión y no la competencia en la relación, incluso con gente tan diferente y distante no se complica, solo entrega donde sus fuerzas lo necesiten. Un rojo corazón se cuida de los abusos, pero no se decepciona o se pone a llorar cuando su entrega solo es tomada y no retribuida. No sera su tarea cuestionar, si no mas bien demostrar con inteligencia y decisión que otro mundo es posible si nos unimos mas y mas.
Superar a un rojo corazón significa mas solidaridad y participación, mas vida ganada a la democracia, el respeto y la aceptación de nuestras diferencias. Para nada mas armas, ni conjuros de maldición... significa romper esta conciencia individualista y vivir también pensando en lo que te transmiten los demás. Cosa muy difícil en estos tiempos de egoísmo estructural, pero no imposible y ahí también esta nuestra oportunidad.
De que te servirán tus armas, si la oposición de un rojo corazón no te quiere eliminar... de que te servirá excluirme, sino vivo solo en mi también en los demás... de que te servirá asesinarme, torturarme, si la historia me demuestra que la entrega de un rojo corazón no muere solo con desaparecer a su dueño... De que te servirá tanto llamado a mejorar la sociedad neoliberal si tu entrega es limitada y diminuta, incapaz de superar a la de un rojo corazón.
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