La sociedad del Egoísmo, habitado por el ciudadano temeroso y desconfiado... Sentado en una banca los veo pasar... mi ambición crece al ser consciente de lo que debo superar, pienso en el amor a medida que mis ojos se llenan de una verde esperanza y respondo con todo lo que tengo a la llamada de la pasión. Me entrego ahora sin limites, recorro con mis besos los espacios donde la inseguridad vaya disminuyendo y acaricio el cuerpo libre de prejuicios del cual yo me alimento. Soy de quien me busca y estaré con quien me encuentre, me repito mientras el deseo sigue en aumento, al igual que el abrazo mas tierno, siento que entregarse así es revolucionar todo sentimiento... y es justo lo que quiero.
La palabra es solo una escusa y ninguna definición de amor me deja satisfecho. Se que soy una contradicción al modelo y lucho por los demás como si fuera mi propio derecho. Pero en el fondo soy propiedad de quien me ha construido ya sea con ternura o indiferencia, pertenezco a quien me ha cambiado por dentro. De tanto querer imito sus movimientos y tengo la loca idea de vivir para siempre atado a sus deseos.
Hay quienes viven en mi y no ocultos en un sentimiento, sino en mis ojos, en mis abrazos, en mis sonrisas, en mi filosofía y mi capacidad de ignorar o perderme. Soy la suma de muchos sueños, pero de esos que no necesitan dormirse para verlos... si me preguntan que es eso, bueno yo les respondo... Amor verdadero.