La indiferencia metodologica

Muy de niños nos enseñan a pronunciar las palabras adecuadas para transmitir comunicación, los pequeños pasos van a la par con las primeras palabras en un hombre o una mujer y nos enseñan a hablar, a pedir lo que nos falta o balbucear el protocolo de la buena educación en nuestros discursos... Hablamos todo el rato (como se dice), en algunas oportunidades conversamos con nosotros mismos si no hay nadie al lado y vivimos comunicando lo que nos pasa o lo que les pasa a los demás. La relación se mide en niveles de empatía y comunicación, entre mayor grado se comparta mayor sera el vinculo que nos unirá, estas variables son proporcionales a las atenciones que tengamos con el resto y a mayor atención, mayor la transmisión que lograremos sacar... Pero... no solo estamos adiestrados para ser receptores y emisores de un mensaje en la comunicación, al crecer con los años encontramos en el curriculum de la vida una nueva enseñanza y esta es la indiferencia.

Es así como aprender a crecer en sociedad requiere la habilidad de Ignorar, y esta habilidad aumenta al pasar los años. Por lo general la indiferencia tiene toda una metodología, no tomar en cuenta el resto, mas que un desprecio es una forma de evadir ciertas situaciones que bien no tienen respuestas desde la conciencia, pero no dejan de ser hechos constatados y presentes en las vidas de las personas, solo se aprende la actitud de dar vuelta la vista a otro lado y pasar de largo lo que no se quiere tomar en cuenta. La evasión toma formas de necesidad social, sobretodo en estas sociedades exitistas y arribistas donde el modelo de persona sufre y se desgasta por conseguir la estabilidad económica deseada o el estatus de exitoso ante los demás. Esta sociedad esta enferma de desigualdad y competencia y por lo mismo esta colmada de sucedáneos para hacer de la indiferencia un pasar mas "relajado", las drogas abundan y las escusas para tomarlas tambien, pero si no quieres pasar a la ilegalidad de un sistema, tienes la oferta del mercado con sus sicologos, consejeros, chamanes y siquiatras mas su arsenal de remedios listos para arreglar los desajustes mentales que provoca la marginalidad, la pobreza, el egoísmo sistemático.

La indiferencia como dije tiene su método, y empieza levemente con recomendaciones a los niños a desconfiar de la gente que no conoce, eso no solo los previene de la gente mala e interesada, también los encamina a reproducir esa desconfianza a lo largo de sus vidas, teniendo el estimulo permanente de los medios de comunicaciones masivos que explotan el miedo, la violencia como armas para atemorizar mas a los ciudadanos. Luego al avanzar en edades, ya no serán recomendaciones sino ideas mas encaminadas para privilegiar una forma de vida mas individualista, el metro cuadrado donde se encierran las personas no reduce la visión general que nos da la sociedad y te encuentras que al lado tuyo esta también la injusticia de este sistema golpeando a los menos afortunados, esta paradoja podrá ser ignorada, pero nunca desaparecida por mas indiferencia que nosotros apliquemos, pronto la persona que en su vida no solo acumulo años sino que también conciencia debe decidir si seguir haciendo la vista gorda o salir de una indiferencia que oculta esa realidad y es ahí donde el trabajo, la familia, la política, el amor, etc. se vuelven condicionantes para explotar en rebeldía y hacerte cargo de lo que también es tu vida o de forma muy practica tomar mas pastillas de evasión y esperar que esta molestia que significa mirar al que no es nuestro desaparezca entre deseos, impulsos que no podrán mejorar los ánimos, ni hacer el remedio de olvidar una constante...

Metodología para ignorar, arquitecturas para evadir, no solo transmitimos lo común de nuestras experiencias a los demás, también la capacidad de decir tu no estas aquí...