Ayer mi paciencia se convirtió en rabia, de mis preguntas pase a la indignación mas profunda y obtuve una respuesta poco afortunada, estoy claro de que la persona que hablo tiene un genio malo cuando se levanta con ánimos bajos, que la he comprendido siempre y que si alguna vez la ofendí inmediatamente me he corregido dando siempre el pie a conversar o a dar una señal para poder comunicar lo que nos pueda aproblemar. Yo no oculto mis problemas y ante las dudas siempre he contestado con honestidad, pero ella no habla de lo que le pasa, ni menos de lo que siente... corta rápido con un ¡ya no quiero hablar mas! y se acaba la conversación. Todo se lo guarda y tiene el derecho para hacer su vida privada, ósea, para nadie mas. He sentido con pena que desaparezco mas y mas, que ya no nos juntamos y ahora ni siquiera con el chat... que soy un enrollado, y un sentimental (me dice ella) y yo no hayo como decirle que necesito un hombro amigo en el cual apoyar mi frustración de no tener a nadie mas, que me siento repulsivo y asqueroso... que no es por molestar, porque nunca he pedido nada mas que solo escuchar... desde hace tiempo que no siento cariño, si hasta los abrazos me los niegan, que he guardado palabras, recuerdo, fotos y canciones, para construir esos momentos con los cuales combato la soledad. Son pocas cosas pero importantes para mi, ya no me atrevo a nada mas y me quedo mudo o prácticamente me escondo para no figurar. Por lo mismo me abro a los demás, no para putear, sino para sanar esto que llevo adentro y mejorar.
¿Tengo derecho a reclamar? o a decir mi opinión sin que me califique de "le saco la sal". Este blog no lo lee, ella mismo me lo dijo por eso es un desahogo y no una conversación. Estoy seguro de una cosa que si lo leyera su reacción seria no hablarme nunca mas, lo peor de todo es que no se acercaría a mi para explicar, sino que tomaría la decisión evaluando su propia y única opinión no me lo comentaría y yo debería adivinar.
Prometo y reecontra prometo que este es mi ultimo año en San Fernando, que haré lo que tengo que hacer y al terminar tomare mis cosas y me iré, no soporto que me ninguneen, menos cuando mis intenciones son buenas y se pueden conversar... su orgullo quedara intacto, pues si ahora hablo con rabia, ayer era peor, pero mañana disminuirá, ha la larga el cariño en mi corazón es mayor que cualquier ofensa que me pueda lanzar y terminare por sentirla y acercar esos momentos que tanto bien me han hecho. No necesito verla para sentir, ni hablar para conocer, ella sabe perfectamente que mis decisiones son contra viento y marea y cumpliré.
Que el tiempo hable ahora...
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