El solipsismo nos habla de una realidad interpretada solo desde el punto de vista de nuestro interior, en donde lo que existe afuera de nosotros son solo las apariencias de un "mundo exterior" del cual se duda o derechamente se niega a nuestra posibilidad de conocimientos...
Una vida que en su andar recurre a la interpretación solitaria de las cosas que le pasan a su alrededor, poniendo su visión individual por encima de los demás, cortando la participación de las misma en la construcción de la realidad, es para mi, no solo un juego de palabras, sino mas bien una actitud que desarrollan las personas y que se refleja en sus propias acciones y en la forma en la cual se "relacionan con las personas", donde no cabe la explicación o el razonamiento de quienes acompañan nuestros momentos.
Mirar con desdén lo externo, lo que no se explica con nuestro impulso, lo que no nos pertenece por estar afuera y así todo interviene en nosotros, es EXCLUIR una parte de lo que significa vivir. "La experiencia con los demás"... mala, buena o sin valores que ofrecer, no importa, para descubrir cual es nuestra identidad necesitamos salir del metro cuadrado individual y valorar el hecho de estar ahí, de querer estar ahí y aceptar mas opiniones y opciones que las que nosotros solos podemos formular.
Tener conciencia de que hay un mundo afuera que nos pertenece tanto como nosotros le pertenecemos, es vivir creando una relación Solidaria y participativa con el entorno, aceptar no por compasión, ni tolerancia valórica a los demás, es sentir que tus ganas de unir se expande y abraza a quienes demuestren en la practica que confiar en el otro es su única ventana para disfrutar de un mundo mas humano, democrático y fraterno del que obviamente tenemos: competitivo, egoísta y creador de soledad y desigualdad.
Hoy mis tiempos corren a favor de una apertura a los demás, a empaparme de la vida que brota de una renovada esperanza, que promulga la liberación de las barreras conscientes con las cuales nos alejamos, nos excluimos y discriminamos... A la superación de una soledad que ya no duele porque no se siente, es el paso decisivo a la transformación a una visión de la realidad mucho mas participativa, en donde el otro si importa y su opinión es tomada en cuenta... en donde la sinceridad y la confianza, construyen el pilar de una relación que se esfuerza por la equidad, compartiendo conmigo el deseo intimo de cambiar la dirección de nuestro movimiento en donde las flechas no apunten todas para adentro, sino que miren y exploren lo que me brota del reflejo de los demás.
De a poco, despacio pero a paso firme y abriéndome a la gente que me considere y lo demuestre.
